Desde la sensibilidad del par de sandalias con las que se dotó un enterramiento infantil para facilitar su viaje hacia el Mas Allá, hasta los dos ejemplares de túnicas con pliegues horizontales -de las cuales no se conservan más de una veintena en todo el mundo y que han sido restauradas especialmente para esta exposición-, pasando por un variado repertorio de objetos vinculados a la joyería y cosmética, y por obras que muestran en relieve o en pintura a los hombres, mujeres y dioses que se beneficiaron del refinamiento y el gusto de una sofisticada civilización.
Comisariada por Elvira D’Amicone (Università degli Studi di Torino), la exposición está formada por piezas de la colección permanente del Museu Egipci de Barcelona e importantes aportaciones de museos internacionales como el Musée des Beaux-Arts de Lyon, el Museo Civico Archeologico di Bologna, el Museo Egizio di Firenze, Museo delle Antichità Egizie di Torino -que exhibe algunas piezas inéditas-, y la Biblioteca Museu Víctor Balaguer.
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